La artista cuenta cómo trabaja durante el COVID-19, su trayectoría y proyectos futuros
Pepa Cases es actriz, bailarina, coreógrafa, cantante, presentadora, humorista, escritora, etc. Una profesional polifacética que empezó su camino artístico a los 4 años en la "Royal Academy of Dancing of London" en España. A los 18 años inicia su camino interpretativo en Vila-real en compañías de calle reconocidas. En la actualidad, y tras años trabajando en giras nacionales y europeas y en multitud de proyectos, Cases es presentadora del programa Trau la llengua de À Punt, directora de la Escuela Municipal de Danza Contemporánea de Vila-real, docente del Aula de dansa de la UJI y además, sigue al pie del cañón con varios proyectos como "Bésame 2.0", "La Pepa" o "Hui és diumenge". El COVID-19 y el confinamiento no han conseguido parar a Pepa que aunque desde casa, sigue desarrollando su papel artístico.
—¿Cómo describiría su trayectoria artística?
—Intensa, dura pero satisfactoria y breve, aun me queda mucho por recorrer.
—¿Considera que ha tenido más trabas en el sector cultural por el hecho de ser mujer?
—En estos últimos años no. Las cosas, por suerte, han cambiado bastante y ya hay concejalas de cultura, vamos, gran cantidad de mujeres en la política, programadoras culturales y programaciones femeninas, cosa que hace 20 años, cuando empecé, no existía ni tan solo la concejalía de igualdad… Pero reconozco que algún obstáculo he tenido.
—Usted es cantautora, actriz, escritora, directora, presentadora, bailarina, coreógrafa, cómica ¿Hay alguna faceta que le interese y le falte por cubrir?
—¡Usted no! Tú que me siento más mayor de lo que soy. Pues como dice mi madre, soy “aprendiz de mucho, maestra de nada”. Me gusta mucho aprender, soy curiosa por naturaleza y apasionada de la cultura y el arte y por tanto me cuesta decidir eso de especializarme solo en una disciplina. Me queda mucho por hacer, una película o una serie como actriz seria lo siguiente, supongo, pero la verdad es que me emociono con cada pequeña propuesta y todo me parece interesante y estimulante.
"El público adolescente está abandonado en las programaciones culturales"
—Y de todas estas profesiones ¿Puedes decantarte por una?
—Eso si que no lo sé. Me lo suelen preguntar mucho y podría decirte que la danza es mi favorita porque he bailado desde que tengo uso de razón y no concibo mi vida sin ella, pero es cierto que hay una actriz en mi desde siempre y el teatro, la televisión y el cine me apasionan en todas sus modalidades y, aunque mi faceta como actriz ha sido menos destacada, es un perfil que uso siempre: cuando bailo, cuando canto, cuando dirijo, cuando presento, cuando escribo… Siempre está ahí.
Y la faceta de cantante, ¡Ay! ¡No la puedo olvidar! La música me curó la voz. Mi primer recuerdo es cantando de bien pequeña las canciones que le gustaban a mi madre, mi primer regalo fue un micrófono, el mejor regalo de Reyes un Karaoke a finales de los 80 y mi gran deseo parecerme a Alaska por su reivindicación en temas, estética, etc., Siempre he sido una revolucionaria, ¡qué le voy a hacer! (se ríe).
Y no me puedo olvidar de la docencia… Para mí la formación es fundamental y poder formar parte de la transmisión de conocimientos es enriquecedor, me gusta el contacto con la gente, la pedagogía, tengo paciencia a pesar de ser nerviosa y empatizo mucho. Impartir clases me llena, me recicla y me enamora.
—En más de 20 años de trayectoria ¿Qué momento o espectáculo destacas especialmente?
—¡Uf! ¡Pregunta difícil! Los espectáculos son como hijos para los creadores y creadoras y los queremos a todos por igual. Algunos han sido más exitosos, otros más satisfactorios, otros más ambiciosos y otros más significativos pero todos forman parte de nuestro desarrollo como artistas. Supongo que “Bésame…” es especial porque lleva 13 años de trayectoria, las temáticas sociales me apasionan y las considero necesarias, porque el público al que va destinado mayoritariamente es adolescente y creo que son unos espectadores que están un poco abandonados en las programaciones culturales.
Un momento a destacar seria la creación de “Destroyanas”, un espectáculo de gran formato que tuvo solo una representación de vida pero que fue un proceso muy intenso y duro y a la vez revelador para mí a nivel profesional y que me hizo crecer muchísimo y tomar muchas decisiones para encaminar la compañía. Además se juntó con que mi hija tenía solo unos meses y la llevaba a cuestas en cada ensayo con mi pareja también, así es que recuerdo momentos bonitos a la par de duros junto al equipo técnico, artístico y familiar, todos juntos, ¡Una locura! Pero qué bella locura.
"Mi impulso es hablar de cosas grandes de manera pequeña"
—¿En qué te inspiras a la hora de crear tus espectáculos?
—No voy a negar que a veces creo por petición, es decir, ‘a la carta’: me piden una pieza de danza, un guion, un sketch, un monólogo, una improvisación, una canción… Y la creo con las pautas que me dan. Pero normalmente creo por necesidad. No lo puedo evitar. No tengo un ‘modus operandi’ donde pienso una idea a principios de año, hago el proceso durante unos meses y lo estreno, por ejemplo. Creo cuando lo necesito, cuando algo en mi me dice “esto lo tienes que contar”. Y normalmente mi impulso es hablar de cosas grandes de manera pequeña. Mis últimas creaciones han tratado temas como los refugiados, la libertad, el feminismo… Y cuando empezó la cuarentena ya estaba inmersa en algo nuevo sobre la identidad de género. Creo que los artistas tenemos una función social muy importante y a mí me inspiran temas sociales, universales y necesarios contados con humor, con el cuerpo, con mucha cercanía.
—Uno de tus espectáculos destacados Bésame... Hasta que la muerte nos separe y Bésame 2.0 emociona, logra empatizar y provoca odio hacia un personaje que ni siquiera aparece en escena ¿Cómo fue el proceso creativo de una propuesta de teatro y danza tan singular y especial como esta?
—La verdad es que nunca pensé que esta pieza iba a ser tan duradera y a calar tanto en el público y en mi misma. Empecé como bien dices, hace 13 años, creando una pequeña pieza de danza donde había humor y tragedia a partes iguales. Un bucle coreográfico con un personaje explícito y una temática que en el 2003 todavía era tabú y muy pocos se arriesgaban a programar. Pero aun teniendo pocas funciones yo seguía empeñada en su valor.
En 2012 la pieza creció gracias al ayuntamiento de Vila-real que me propuso, desde la concejalía de Igualdad, que creara una pieza de prevención sobre violencia de género para hacer una campaña por los institutos de la ciudad. La idea me encantó y empecé escribiendo un texto pensando en un público joven donde pudieran participar y me vino a la cabeza introducir la vieja pieza de danza en la propuesta de esta versión 2.0, que ya ha viajado por todo el estado y que sigue siendo cabeza de cartel en muchas programaciones tanto en centros educativos como programaciones generales. Después de tantos años y tantas representaciones con diferentes públicos el espectáculo ha crecido, se ha acabado de completar y aún manteniendo su esencia ha cogido mucha fuerza. Ahora tiene los ingredientes perfectos para ser un éxito: teatro, danza, comedia, tragedia, temática social, participación con el público, adaptabilidad espacial y trabajo de emociones. Gracias al trabajo feminista de las concejalías, del profesorado y de la confianza en espectáculos como este caminamos hacia el feminismo, pero aún queda mucho que recorrer.
—¿En qué estado se encuentran tus próximas actuaciones? ¿Están aplazadas, canceladas...?
—Por suerte aplazadas. Algunas ya me han dado nuevas fechas pero no tengo claro que puedan realizarse aunque tengo esperanzas. La primera actuación tras la cuarentena será en Orleans (Francia) en octubre, aunque iba a ser en abril y la gira del “Bésame 2.0” para institutos en una campaña municipal en Palma de Mallorca que estaba contratada para marzo se ha pospuesto a noviembre. Del resto de actuaciones solo tengo noticias de aplazamiento cuando el gobierno de pautas sobre sanidad, pero por suerte, está habiendo solidaridad desde los y las programadoras culturales que conocen lo desprotegidos que estamos los artistas y por ello no cancelan las funciones y confían en llevarlas a cabo tarde o temprano o de alguna manera alternativa.
"El sector cultural ha estado en crisis siempre"
—¿Vives con preocupación la crisis del sector cultural provocada por el COVID-19?
—Como todo el mundo, pero no de manera especial. Somos un sector que ha estado en crisis siempre. Estamos acostumbrados a sacarnos las castañas del fuego, a reinventarnos y a crear proyectos increíbles de supervivencia. Eso sí, esta vez, el ingenio no será suficiente si no hay ayuda política porque en esta crisis, a pesar de ser los que estamos salvando la agonía de la soledad y la falta de libertad física, con nuestras creaciones aunque sea mediante las pantallas, parece ser que no todo el mundo nos considera un sector de primera necesidad y sin duda, lo somos.
—¿Sigues trabajando desde casa? ¿Cómo?
—Sí. Pues coordinando las clases online del Aula de dansa de la UJI y de la EMD Vila-real y proporcionando material semanal teórico-práctico adaptado a las circunstancias, grabando algunas incursiones del ‘Trau la llengua’ para los programas especiales que estamos emitiendo, escribiendo el guion semanal con María Juan con la que hacemos humor los domingos en el programa de radio ‘Hui és diumenge’ también de À Punt, colaborando con vídeos para diferentes finalidades, como la animación a la lectura para la editorial ‘Bromera’, y creando sin parar videodanzas, temas nuevos de ‘La Pepa’ con Hèctor Tirado aun en la distancia y rehaciendo la agenda de aplazamientos tanto de mis giras como de los festivales que dirijo donde tengo la responsabilidad de tener informados de todo a cada artista que se ha quedado sin ser programado, de momento. Y siendo madre, ¡claro!
—¿Cómo estás dirigiendo la Escuela Municipal de Danza Contemporánea desde casa? ¿Te lo están poniendo fácil tus alumnos?
—Pues de la mejor manera que sabemos. Nunca nadie había pasado por esto antes y por tanto es nuevo para todas y todos, así es que trabajamos por instinto y adaptándonos a las circunstancias día a día porque todo va cambiando muy rápido. Tanto las 3 profesoras como yo estamos haciendo un gran esfuerzo por mantener la formación técnica pero sobretodo intentamos mantener despierta la creatividad y sobre todo la pedagógica, dado que estamos en momentos difíciles donde los estados de ánimo de cada alumno cuentan, donde los horarios y hogares son muy diferentes y donde no hay día que no estemos pendientes las unas de las otras para mejorar el trabajo en la distancia con nuestros alumnos y alumnas sean los más grandes o los peques que además, ahora, hacen las clases con sus padres, claro.
—¿Podrán terminar el curso?
No tengo fe en acabarlo de manera usual, pero sí de hacerlo hasta la fecha final de curso que es el 31 de mayo. Por eso nosotras estaremos al pie del cañón hasta el final ofreciendo lo mejor que podamos todos nuestros recursos teóricos, prácticos y creativos.
—Diriges, además, el Festival Vila-real en Dansa ¿Te han informado desde el Ayuntamiento si la opción de aplazarlo es posible?
—La semana que viene tenemos una reunión específica sobre festivales, que ya sabes que en Vila-real tenemos muchos. Pero te puedo adelantar que la idea es aplazar y ver poco a poco como transcurren las cosas debido a que la decisión no depende ni del Ayuntamiento ni de la dirección del festival, pero te aseguro que tanto el Ayuntamiento como yo queremos que se lleve a cabo sea cuando sea o reinventándolo.
—Además participas desde 2003 en uno de los festivales más conocidos de la ciudad, el FIT Carrer ¿Tienen previsto algún plan B o, finalmente, tendremos que esperar al 2021?
—Pues hasta la reunión no puedo decirte nada concreto pero, es posible que reunir a miles de personas alrededor de un evento tan grande como el FitCarrer sea imposible hasta el 2021 como dicen desde el Gobierno. Ahora bien, eso no significa que la programación se pierda, que las compañías no trabajen y que el público se lo pierda, sino que se está trabajando en diferentes posibilidades aunque el FitCarrer no se pueda llevar a cabo con las características de siempre. De hecho, dudo que las cosas, en general, vuelvan a ser como antes y ya estamos empezando a reinventarnos como creadores y creadoras que somos.
"Es un buen momento para ponerse a prueba, para reflexionar y para no dejarse ahogar sino de resucitar"
—Desde hace ya unos años podemos verte también en la televisión con programas como Comediants o Trau la llengua ¿Qué te llevó a adentrarte de pleno en este mundo?
—Pues la verdad es que siempre me ha gustado la comunicación en el ámbito audiovisual pero hago tantas cosas que nunca había tenido tiempo de plantearme seriamente enfocar mi energía hacia ahí y de repente surgió la posibilidad cuando me reencontré con María Juan, amiga y compañera que me hizo ver que había un espacio en la televisión para mí.
—¿Cómo surgió el proyecto Trau la llengua?
De una llamada de teléfono. Me llamó la productora del programa para que hiciera el pertinente casting y decidí hacerlo porque me parecía un programa maravilloso y necesario, que pone en valor nuestra lengua, nuestro territorio y nuestro humor y que iba a sumar mucho, no solo en mi carrera sino en mí como persona. Por suerte la productora decidió confiar en mí y a los pocos días Xavi Castillo pasó el casting y fue un regalo saber que iba a ser mi compañero. La verdad es que estoy aprendiendo mucho de este medio porque tengo unos compañeros y compañeras excepcionales y que, aunque estemos teletrabajando en estos últimos programas, les echo mucho de menos…
—Estamos viendo en sus RRSS que durante la cuarentena no pierdes el tiempo y creas bailes dedicados al confinamiento ¿A qué estás dedicando tiempo estos días?
—Pues te voy a reconocer que la primera semana me la tomé de vacaciones. Necesitaba descansar, estar con mi familia, leer, ver películas… Pero la segunda semana fue crucial para darme cuenta de que esto iba a ser largo y aunque me deprimí algunos días pensando en el futuro que nos esperaba a los y las artistas, me recuperé rápidamente cuando me di cuenta de que había que reinventarse, que a mí el arte es quién me mueve, me hace sonreír, me despierta cada día y me hace soñar, así es que decidí ponerme manos a la obra: componiendo temas nuevos, creando videodanzas, preparando material extra de danza para los y las alumnas… Y, de repente, empezaron a aparecer propuestas como la radio, los nuevos programas de ‘Trau la llengua’ y todas las ideas que estoy llevando a cabo y que aún no te puedo revelar.
—¿Crees qué puede ser un buen momento para desarrollar tu lado más creativo?
—No sé si mi lado más creativo está surgiendo ahora porque tampoco tengo el espacio, los medios y el tiempo para hacer creaciones o producciones en las condiciones antiguas… Pero lo que sí sé es que es un buen momento para ponerse a prueba, para reflexionar y para no dejarse ahogar, sino de resucitar.
—Y por último, la pregunta con la que intento terminar todas mis entrevistas: ¿Podrías recomendarnos una película, un libro y una canción?
—¡Me encanta! La primera película que vi durante el confinamiento fue ‘Los últimos días’ y me encantó. Es un regalo para estos días, una pizca de esperanza y además es una película española. La recomiendo para ver en estos días porque nos hará despertar.
Un libro… ¿Solo uno? Me encanta leer y sobre todo puedo hacerlo en verano que es cuando solo me dedico a las giras y en pandemias, claro (se ríe) pero si solo es uno ‘La primera onada’ de Mariló Àlvarez Sanchis, un libro en valenciano, ingenioso, cinematográfico y que me leí casi de un tirón. Imperdible.
Una canción habiendo sacado tema nuevo hace unos días, me hago promoción, ¿no? ‘En Dansa’ de La Pepa. Un tema que habla de una de mis pasiones, que tiene videoclip y está ya en Spotify, un tema fresco, emotivo y sencillo.
Commentaires