Napky: "Mis obras son producto de todos los momentos en los que he conectado con mi ser"

El pintor manifiesta una manera diferente de entender el arte y la vida

Napky junto a una de sus obras de "De la mort a l'eternitat"

David Alcázar, también conocido como Napky es un pintor local con más de 12 años de experiencia en la pintura. Sus obras, a las que prefiere no etiquetar en ninguna corriente artística, recorren su ser para materializar, de algún modo, su versión más tribal.

— ¿Cómo ha sido su aprendizaje?

—Autodidacta total. Aprendo de la propia materia, ese es mi viaje, no es ni mejor ni peor pero a mi lo que me ha inspirado ha sido lanzarme sin saber. Siento que llega un momento en el que, sin saber cómo, tu obra se manifiesta. Hay una confianza interna en que debes hacerlo y lo haces. Sinceramente creo que hay que romper con las estructuras. Si hubiera estudiado la técnica tal vez habría pensado más en qué colores combinan y no en lo que me hacen sentir. Además, quién ha encontrado su danza, no necesita religión

—¿Cómo describiría sus obras?

—Son un intento personal de penetrar la realidad y conectar con el lado no manifestado del ser. Siento que mis obras son producto de todos los momentos que he conectado con mi ser. A la hora de pintar, aunque no siento especialmente nada concreto y no tengo ninguna intención concreta, se manifiestan las experiencias más profundas. Es como cuando tenemos una relación de pareja, si volviéramos a tener una nueva pareja, empezaríamos desde el lugar más profundo donde hemos llegado. A mi me pasa con la pintura, las experiencias profundas del ser que yo he podido tener, se materializan.

"Mis obras son un intento de penetrar la realidad"

—¿Se inspira, entonces, en las experiencias de su ser?

—No me inspiro, se abre el canal creativo, he aceptado que soy un cocreador, siento que el ser universal, por decirlo de algún modo, lo que quiere es manifestarse a través de todas las formas y cuando aceptamos nuestro cometido suceden milagros pero no solo en el arte, en cualquier tipo de relación personal, en toda acción mundana…

—¿Cómo es su proceso creativo?

—Buena pregunta. A veces es muy inmediato. Depende de las piezas, algunas son muy inmediatas pues reflejan su inmediatez y no requieren de mucho trabajo. Sin embargo, hay otras piezas que sientes que tienes que parar, dejarlas y al cabo de unos días o un tiempo algo en ti se activa como un sexto sentido y te dice: “Ves a por aquel cuadro” y lo retomas. Me estoy dando cuenta de que el ojo va aprendiendo y hay un momento en el que estás pintando con el ojo antes de ejecutar, estas sacando lo que vas a manifestar, es como si lo estuvieras viendo. Algunos llevan meses, otros días.

Mi experiencia es puramente intuitiva, no dejo de sorprenderme a mi mismo y por eso pinto principalmente. Continuo pintando porque no dejo de sorprenderme, como si dijera: “A ver el cosmos, con que me va a sorprender hoy”.

Obra expuesta en 'De la mort a l'eternitat'

—¿Catalogaría su arte dentro de alguna corriente?

—No le puedo poner etiquetas porque yo no sé lo que viene, ni yo mismo lo conozco ¿Cómo voy a etiquetarlo? No puedes etiquetar lo que forma parte de lo informe, de lo inmaterial.

—¿Tiene algún referente en el que se inspire?

—Lo que yo pinto, más que salir de mi, es como si pasara a través de mi, entonces no me inspiro en ningún artista pero hay artistas que en algún momento si me han conmocionado como Van Gogh, siento que su obra forma parte de los mundos oníricos del espíritu.

"Continuo pintando porque no dejo de sorprenderme"

—¿Cree que en España se reconoce el arte?

—Siento que en otros países la gente está más abierta al mundo de la pintura, aquí tal vez tenemos otras costumbres culturales arraigadas pero, actualmente, estamos más que nunca sumergidos en un olvido de nosotros mismos. Ya no es un problema de este país, es un problema a nivel general, ver el lado poético y onírico de la vida cuesta mucho más porque estamos dispersos, nos olvidamos de nosotros mismos.

El arte ahora mismo podría tener una función muy grande a nivel curativo y de inspiración que yo creo que es un gran potencial y es necesario para el pueblo. El arte es necesario para devolvernos la imagen de nuestra esencia que hemos ido olvidando. El artista debería humildemente intentar ser un canal, no intentar acogerse a modelos ni referentes y ahondar en su interior, que brote de ahí su arte para poder tocar a los demás.

Algunas de las obras de Napky

REFLEXIONES CON NAPKY
Se debería fomentar más el arte que nos lleve a lo más profundo de nosotros mismos y que nos ayude a reflexionar. Ya no sólo a nivel institucional. Es importante crear espacios en los que la gente se pueda expresar libremente. Había alguien que decía: “Un pueblo que no baila y no canta es un pueblo muerto” y un pueblo muerto es un pueblo que no se mueve desde esa parte intuitiva. Debemos recuperar el ser tribal que hemos olvidado. La mejora es empezar por uno mismo y no esperar a que lo hagan los demás. Actualmente hay que soltar comodidades y temores. La comodidad es lo que nos priva de coger una manta y irnos por las playas de Canarias durante meses, dormir bajo las estrellas y bañarte en el mar.