top of page
Foto del escritorcultuvilate

José Fco.: "Conocemos mucho sobre grandes personajes y poco de lo que han sufrido nuestros abuelos"

Actualizado: 25 may 2020

El libro del historiador permite recrear las vivencias de 9 vila-realenses en los campos nazis


José Fco. Albelda

José Fco. Albelda es un historiador, investigador y arqueólogo vila-realense concienciado con la historia y el patrimonio de las localidades castellonenses. Además, es director de Arqueocas, una empresa dedicada al estudio, protección, promoción y difusión del patrimonio arqueológico, histórico y cultural. Desde su creación en el año 2013 han realizado multitud de trabajos en distintas localidades como visitas guiadas, asesoramiento de contenidos, intervenciones arqueológicas, difusión de la historia y patrimonio, talleres...


Uno de sus últimos trabajos es un homenaje a los vila-realenses deportados y fallecidos en los campos de concentración nazi con el libro Vila-realenses en el infierno nazi. Nueve historias de la deportación (1939-1945). Este trabajo fue publicado el pasado 5 de mayo, 'Día de Homenaje a los españoles deportados y fallecidos en Mauthausen y en otros campos y a todas las víctimas del nazismo de España'. La fecha, elegida por el Gobierno el año pasado, coincide con la conmemoración de la liberación en 1945 del campo de Mauthausen, en Austria.



¿Que ha aprendido investigando sobre los deportados y fallecidos en los campos de concentración?

Que conocemos mucho sobre lo que les pasó a los grandes personajes e imperios, pero muy poco sobre lo que vivieron nuestros abuelos o bisabuelos. No tenemos ni idea de lo que ha sufrido la gente que tenemos cerca, porque ni siquiera les hemos preguntado nunca. Eso, y que aunque parezca un tópico, si no conocemos y aprendemos sobre el horror que ha padecido nuestro pueblo, corremos el peligro de volver a sufrirlo. Que no lo hayan sufrido en vano.


¿Le ha costado encontrar los documentos en los que aparecen los vila-realenses deportados?

Las nueve historias que componen el libro son las de personas “anónimas”, que no fueron héroes ni personalidades en su época; la mayoría de ellos eran agricultores sin estudios ni profesiones destacadas. No dejaban rastro como lo hacemos hoy en día, en la era de la información.


Por eso encontrar datos sobre ellos es una tarea muy costosa y lenta, hay que bucear muchas horas en archivos, y sobre todo saber dónde buscar información. Y cada vez que encuentras un nuevo documento o indicio, seguir tirando del hilo, la mayoría de veces sin suerte. Sin embargo, lo más difícil no es encontrar unos pocos documentos, sino reconstruir la vida de alguien a partir de ellos. Un documento es una pieza de un puzzle mucho más grande, que es la vida de una persona.


"Este libro cuenta una historia que casi nadie conocía"

¿Por qué ha tardado 75 años en llegar un libro como este?

Por desgracia, después de la Guerra Civil hemos tenido que vivir una dictadura de casi cuatro décadas; eso ha dejado una huella muy profunda en aquellos que, o bien vivieron la represión y el miedo durante años, o que fueron familiares de los perdedores, y han llevado un estigma durante muchos años. En la mayoría de las casas de los deportados nunca se habló de esto, y las vivencias y recuerdos se pierden.

Portada 'Vila-realenses en el infierno nazi'

Por otro lado, historiográficamente las modas también cambian, y afectan a los temas de investigación. Se ha pasado de escribir sobre la Segunda Guerra Mundial al Holocausto, y de este al padecimiento de colectivos concretos (españoles, mujeres, etc.). Digamos que a grandes rasgos, los estudios de investigación tienden a ir hacia lo más local, lo más concreto. Hoy en día se valora mucho la microhistoria, en la cual tiene un papel muy importante las vivencias y hechos relativos a personas, y no tanto a grandes hechos o procesos históricos.


Y por último, el proyecto lo planteamos al Ayuntamiento de Vila-real desde Arqueocas, esto no hay que olvidarlo. Porque si no, aún seguiríamos sin reconocerles colectivamente a estos vecinos su lugar en la Historia.


¿Cómo surgió el proyecto entre el Ayuntamiento y usted?

Durante un viaje a un país nórdico con mi mujer, hace casi tres años conocimos el proyecto europeo Stolpersteine, “las piedras de la memoria”. Es una iniciativa de un artista alemán, Gunter Demnig, que homenajea a las víctimas de la deportación nazi mediante la colocación de adoquines de latón con datos básicos en los lugares en los que nacieron, vivieron o murieron estas personas. Para que paseando por los pueblos y ciudades, “tropieces” con estas historias.


Desde Arqueocas, asesoramos y promovemos iniciativas municipales relacionadas con el patrimonio y la historia de muchas localidades castellonenses, pero Vila-real es donde vivimos, así que había por medio una relación directa con esta historia, que casi nadie conocía. Propusimos la idea del Stolpersteine a la concejalía de cultura del Ayuntamiento de Vila-real, y desde un principio hubo muy buena acogida por parte de los políticos, y aunque en un principio la finalidad era la colocación de los adoquines, el proceso de investigación nos llevó a establecer un vínculo “personal” con estos nueve vecinos, aunque nunca llegáramos a conocerlos. Poco a poco, el proyecto fue tomando forma y creciendo, y se plantearon diversas charlas en centros educativos o una exposición que se realizará en unos meses. Todo esto fue posible al existir una iniciativa cultural como es el Memorial Democràtic de Vila-real, donde todo esto tenía cabida. Al final teníamos tanta información y documentación sobre ellos, que consideramos interesante lanzar un librito monográfico sobre la deportación de estos vila-realenses, como un trabajo de Memoria Histórica, y desde el Departamento de Museos nos dieron el último empujón que hacía falta para sacarla a la luz.


"La mayoría de los vila-realenses no habrían acabado en Mauthausen si no fuera por la Guerra Civil"

¿Qué hace especial a este libro?

Su lenguaje es claro, ameno y didáctico. Está alejado, o eso creo, de ideas preconcebidas o partidismos, y no parte de ninguna orientación ideológica, sino que la obra se construye mediante la documentación y la rigurosidad de la investigación histórica; no contiene literatura ni apreciaciones por parte del autor. Con estos ingredientes, su única finalidad es la de dar a conocer nueve historias de personas corrientes, que vivieron situaciones extraordinarias. Lo importante del libro son las personas que lo forman con su historia.


¿Hitler se convirtió en la amenaza, en el brazo ejecutor, de los republicanos españoles en el exilio, bajo la "bendición" de Franco?

Más que la amenaza, está claro que los nazis, y por tanto Hitler, fueron los verdugos de los republicanos exiliados. Eso tampoco quita que entre febrero de 1939 y el apresamiento de la mayoría por parte de los alemanes en la segunda mitad de 1940, pasaron muchas cosas y hubo otros gobiernos como el francés que tampoco ayudaron demasiado a nuestros compatriotas, o ayudaron mal, vista su experiencia de los campos franceses.


En cuanto al papel de Franco en el exterminio de los españoles, es un tema que ha suscitado mucha controversia, aunque hay publicaciones bastante clarificadoras al respecto, como la obra de Carlos Hernández Los últimos españoles de Mauthausen.


Sabemos por ejemplo que, en agosto de 1940, la Embajada alemana en Madrid preguntó al gobierno qué hacer con los 2.000 españoles internados en Angoulême (Francia). Unos días después, también hizo lo mismo preguntando qué hacer con los 100.000 españoles que había en los campos franceses de la zona ocupada por las tropas alemanas. Es decir, si el gobierno estaba interesado en repatriarlos. Estas comunicaciones se repitieron hasta diciembre, sin embargo, aunque el gobierno sabía, calló.


El mes siguiente, en septiembre de 1940, mientras se estaba apresando a españoles a millares en Francia, el ministro español Serrano Súñer viajó a Alemania, donde se entrevistó con Hitler, Himmler, y Heydrich en Berlín. A su marcha, se difundió una orden en la que se dictaba el traslado de los españoles a campos de concentración nazis. Es de ingenuos pensar que Franco no sabía lo que hacía y decidía su ministro (y cuñado).


En otro documento, el 24 de abril de 1941, el embajador de España en Berlín informaba del internamiento de españoles en el campo de Mauthausen. Y también hay constancia documental de la intercesión del gobierno para salvar a dos prisioneros de Mauthausen vinculados al régimen.


Son solo algunos ejemplos. Con estos datos, el lector puede opinar. Aunque a fecha de hoy, no hay un documento del puño y letra de Franco que dictara expresamente el destino de los casi 10.000 deportados a los campos nazis.


"Los españoles sufrieron peor trato que otras nacionalidades por parte de los nazis"

¿Considera que sin la Guerra Civil española no habrían llegado estos vila-realenses a los campos de concentración?

Muchos de ellos por supuesto que no. La guerra fue una causa directa del exilio, y este a su vez explica la presencia de los españoles republicanos en territorio francés durante la Segunda Guerra Mundial, donde fueron capturados como prisioneros de guerra. El conflicto también explica el odio especialmente exacerbado que sentían los SS hacia los españoles, que también habían sido sus enemigos en España.


A pesar de ello, hay que tener en cuenta los movimientos de población y la emigración española a Francia durante las primeras décadas del siglo XX, que también provocaron que hubiera muchos españoles en suelo francés al estallar la Segunda Guerra Mundial. Este es el caso del vila-realense Manuel Gil Vagán Corbató, que había emigrado con su familia a Francia en 1916, donde se nacionalizó francés. Fue apresado en marzo de 1943 en una redada de la Gestapo, acusado de formar parte de la Resistencia. Y hay otros como José Pascual Cabedo Llopis, que en 1939 ya aparece como domiciliado en Narbonne (Francia). Es decir, todos no acabaron en Francia por la guerra. Pero sí la gran mayoría.


¿Cuál es la razón principal por la que a gran parte de los españoles y a todos los vila-realenses les llevaron al campo de Mathausen?

Para los nazis, los españoles eran seres despreciables, máxime por su estatus de “rojos”, y enemigos de los alemanes durante la guerra de España. A su llegada a los campos, fueron los únicos que fueron distinguidos con el triángulo azul de “apátridas”; tampoco pudieron escribir cartas a sus familiares, como sí lo hacían los presos de otras nacionalidades. Tenían un status “especial”, y no precisamente para bien. Por eso no es de extrañar que 7.532 de los 10.000 (siete de cada diez) deportados españoles fueran a parar a Mauthausen, el único campo de categoría III por su extrema dureza.


Prisioneros en Mauthausen saludan a la 11ª División Acorazada de los EEUU por su liberación (Fuente: Wikipedia)
"Algunas familias no querían remover estas historias"

La historia de Joaquín Salvo Bellmunt, cuyos apellidos confundieron por los de Vermut Salvo es muy dura ¿Pueden haber vila-realenses en otros campos y que se desconozca?

Si. Podría ser. Aunque la investigación de los españoles deportados está bastante completa, la documentación de la época (y más en tiempos de guerra) es bastante deficiente, por lo que no conocemos cifras exactas, y por tanto tampoco todas las historias. En muchos campos de concentración, los registros eran deficientes y muchos se han perdido, así que faltan muchos archivos. Los registros de los campos de refugiados franceses son prácticamente inexistentes, y los de los campos de clasificación alemanes también.


Además, muchos vila-realenses emigraban y se nacionalizaban en otros países (como en el caso de Manuel Vagán que ya hemos explicado), así que, si a su llegada a los campos manifestaban que procedían de este segundo país, pueden no haberse contabilizado como españoles. Y si el nombre de una ciudad de origen se escribió mal o hubo errores tipográficos, puede que nunca encontremos a esos vecinos por una mera cuestión de errores de datos en los registros.


La familia de Salvo no podía encontrarlo porque buscaban con sus apellidos reales, y resultó que a su llegada a Mauthausen los habían cambiado por error; ese error se arrastró durante décadas. Como el caso de Joaquín debe haber muchos. En nuestra investigación, hemos tenido que cambiar a Joaquín Vermut Salvo por Salvo Bellmunt, Garcerán por Garcerá, a Manuel Vagán le hemos añadido el segundo apellido (Corbató), Losas Rontera por Lozas Frontera… Un error de esos puede hacer que nunca encontramos a otros vecinos.

¿Qué papel desempeñaron familiares como la nieta de Manuel Puertas en la investigación?

Los familiares desempeñan una parte fundamental en nuestro trabajo, ya que cuentan lo que vivió la familia directamente, y ofrecen datos biográficos que no quedan registrados en los documentos, y que nos permiten reconstruir también la forma de ser y de pensar de los deportados.


También han sido ellos, como en el caso de la familia Puertas, los que han aportado las fotografías personales, lo que imprime al libro un carácter mucho más íntimo y cercano; empatizas mucho más como lector si ves el rostro de los protagonistas. Eso no impide que también hayamos encontrado familiares directos (incluso hermanos de los protagonistas) que no quisieron remover estas historias, otros que han querido prestar su ayuda sin dudarlo, u otros que se han enterado de la deportación de sus familiares a raíz de nuestra investigación. Esperamos haber desempeñado un papel importante para ellos también.

"Muchas víctimas no aguantaban las secuelas físicas y psicológicas y morían poco después de ser liberados"

¿Conoce cuál puede ser la razón por la que la Cruz Roja alemana se interesó por la salud de José María?

La Cruz Roja alemana formaba parte del Comité Internacional de la Cruz Roja. Muchísimas familias acudían a este organismo pidiendo información sobre el paradero y estado de salud de sus familiares, así que la Cruz Roja trasladaba su petición a Berlín, y de aquí se enviaba a los campos. En estos, no era extraño que se mintiera en la respuesta, ya que es evidente que los presos no se hallaban en buen estado como así se refería en las cartas. Pero el de Clemente no es el único caso entre los vila-realenses; también la madre de Manuel Vagán elevó esta petición a la Cruz Roja Internacional.


Aunque vila-realenses como Manuel Puertas, Faustino Lozas y Joaquín Salvo coincidieron en algunos de los campos ¿Podrían nunca haber hablado o se sabe si tuvieron relación entre ellos?

Pudieron no tener contacto entre ellos, es posible. Pero en algunos de los campos en los que estuvieron, como los de clasificación (Stalags), no había tantos españoles y encontrar a compatriotas y personas que hablaran el mismo idioma reconfortaba a los prisioneros, por lo que entre ellos solían crear vínculos de amistad. En otras palabras, se buscaban entre ellos.


En el caso de Manuel, Faustino y Joaquín, además de varios campos de prisioneros, también viajaban en los mismos transportes, y llegaron en el mismo convoy a Mauthausen. Y dentro del campo había una buena organización entre los españoles, que velaban por sus paisanos, así que no sería demasiado difícil saber si había algún valenciano o vila-realense entre ellos. Así que no podemos asegurarlo, aunque es muy probable que sí tuvieran contacto.


La pista de José Pascual Cabedo se pierde una vez fue liberado del campo de Mauthausen ¿A qué se debe? ¿Pudo ser un cambio de nombre, murió a los pocos días de salir...?

Era bastante frecuente que después de la liberación, muchas víctimas no aguantaran las secuelas físicas y psicológicas, y que murieran a los pocos días o meses; es lo que le pasó a Manuel Vagán cuando llegó a París. Lo que pasó a José Pascual Cabedo sigue siendo una incógnita para nosotros, ya que no hemos encontrado ningún rastro durante más de dos años de búsqueda. Pudo emigrar a un país de Latinoamérica, o quedarse en Francia, o pudo volver a España años después; lo del cambio de nombre no es frecuente.


Pero la realidad es que no lo sabemos. Tal vez no lo sepamos nunca, o nos enteremos de ello la semana que viene o dentro de un año, ya que este tipo de investigaciones no se cierra con la edición del libro, y siempre sigues tirando de hilos. Una vez entras en estas historias, es muy difícil dejar de seguir con ellas…


Comments


bottom of page